Se me escapa el alma, disfrada de hada blanca,
con manto de estrellas y luna sin mirada,
encendiendo una vela de tristes lágrimas saladas
con horas y días, en ella, dulcemente grabadas.
No entiendo de razones ni de palabras ahogadas,
no soy princesa ni vivo de un futuro de esperanza
pero comprendo que una sonrisa, és fantástica,
y que una mirada vale más que una noche pasada.
Una vez, se me escapó una brujita que volaba,
y allí, entre sus brazos, entendí qué importaba
que nadie se merece amar,lo que en verdad no ama,
pues el corazón sufre, olvidando entre nostalgia.
Con el aire de un gran sueño, volaré en la mañana
y a cada paso, pensaré lo mucho que lo amaba,
y entre las aguas ahogaré el silencio del alba,
acariciando entre las nubes,un grito de esperanza