Varón, por naturaleza, interiormente un dilema, les gusta correr al viento cual gacela en primavera, la familia un gran problema, no aceptan su condición, cuando el niño les dijera, vivo tan enamorado de un compañero de escuela... El padre encolerizado, se levanta de la mesa, en mi casa hombre o mujer, yo no quiero un maricueca, su madre como una fiera, alzando su voz muy alto, la culpa la tengo yo, siempre quise una princesa... Si mi hijo así nació, fue la vida quien lo quiso, de pequeño demostró, atracción por otros niños, el jugar a las muñecas, pintar sus labios con ruche, delinear muy bien sus ojos, tantas veces con mi ropa se miraba en el espejo y llorando amargamente, le preguntaba a la vida, el porque su condición... Dime tu, que eres su padre, el porque así lo rechazas, si en la viña del señor, se aceptan todas las razas, si nuestro dios lo envió, con vida y muy sanito, teniendo el poder divino, lo considera su hijo, tu que eres pecador, lo tratas como un indigno... Increpado y abatido, el padre medita un rato, mira fijamente al niño, como queriendo besarlo, acercate pequeño mio, no sientas pena te pido, aquel padre que hace un rato, te insulto sin miramientos, tiene miedo de perderte, por un tonto desencuentro... En este cuerpo de hombre, que aferrado esta a mis brazos, por años vivió sufriendo, un ser que es mi misma sangre, ahí del pobre desgraciado que se burle en mi presencia, por tu condición impuesta, por dios y la naturaleza...