templo de tu alma

En el aullido precoz de la naturaleza viviente,
el amor fallido esconde su capa insensata,
tras las colinas tibias del vapor candente,
se revela el alma que ante el rostro se desata.
in cierta es la presencia senil del ruiseñor,
cuando entre canto y canto entona su clamor.
vanal resulta la idea de sentir,
que sin tu rostro y tu sonrisa se puede vivir.
el aroma tibio de tu piel ardiente,
me evoco un motivo pa` poder quererte
el susurro ausente que sollozo se muestra
entono a mi oído una melodía incierta.
y aunque tras el ocaso tu rostro se oculte
mi ilusión eterna te jura lealtad
pues mi mente y mi cuerpo tienes inmune
como templo de tu alma, como mi verdad.