La oveja perdida.

Si un día en tus prados mi Señor
tuviera el gozo de vivir contigo,
que alegría tenerte fiel amigo
que ventura honorarte Redentor.
Soy tu oveja perdida buen Pastor
quiero ir a tu aprisco y a tu abrigo
por la paz que tu amor lleva consigo
Y el Camino elegido Salvador.
Son tus aguas divinas la Verdad,
y el Camino hasta tu alma es el mío
y la Vida ofrecida, eternidad.
Dormiré en tus dulzuras como ansío
y en tus bellas moradas, la bondad,
viviré por tu amor, mi Deidad.
El poeta
desconocido.
28/9/013