No pueden arrebatarme el orgullo,
que ni lo intenten,no cabe en mis planes
dejarme pisar,oir ese murmullo
y correr detrás,todo lo que ganes
no me interesa,aprendes del barullo,
yo de los silencios y viejos canes.
Aún hay algo de confianza en el azar,
juzga mi imagen,déjalo pasar.
Enfrentándome a mi desbocado ego,
avivando el fuego de la escritura,
así vamos tirando,así despego,
guío un avión de papel,aventura
por las galaxias con orgullo ciego.
La erosión del fracaso me depura,
pule a este búho nocturno,es mi turno,
avanzo limpio y menos taciturno.
Si no lo hago ahora lo haré mañana,
el reloj me espía pero sin prisa,
no tiene mérito ver como emana
en mi cara una irónica sonrisa
cuando alguna que otra herida no sana
y algún fantoche presume de visa,
luego descubro otro halo de pobreza,
la del ser con dinero y sin cabeza.
Los estados de ánimo distorsionan
la realidad,es fácil perderse,
pero algunos errores se perdonan,
sin embargo veo inútil venderse,
no soporto falsos que se traicionan,
principios que logran desvanecerse
por una mota de gloria invisible,
pero mi orgullo vuelve incorruptible.