Dime, alma cruel, ¿qué se siente
Al arrancar de raíz aquella flor
Que sólo vivía para darte sus colores?
Y luego de deleitarte en sus olores
Y en la belleza que brindaba su amor,
Alma vil, ¿disfrutaste extinguir su simiente?
Dime, no como un alma que miente,
Mas, como quien se arma de valor,
¿Acaso no escuchabas sus gritos de dolores?
Habla, alma oscura, y hazme los honores
De explicarme tu abyecto ardor
Por asesinar la belleza viviente.
Declárame si en tu ser consciente,
Alma ruin, no parecías un interno temblor
Ni conmovíaste por fuertes temores.
Di, alma ingrata, si adviertes tus horrores,
O si es que no sientes del fuego el calor
Ávido de consumir tu conciencia hiriente.
Pregúntate, alma hostil, ¿El futuro inminente
Te permitirá, sin más, sembrar tu flor
Sin que le sean despojados sus vigores...?
~¤~
Joselín Estrada Paumier