Indefectiblemente,no estás

¿qué anuncian esos tambores?
¿a quién despiden?
¿quién ha corrido el piano?
¿dondé están mis canciones
¿quiénes han participado
de este motín?
vuelvo
en mi bicicleta marrón
recorro la vieja casa
desafiando las historias
de los pasos fantasmales
y de la risa cantarina
de quiénes poco conocí
estás esperandome
sentado
a la cabecera de la mesa
la galería casi en penumbras
oculta la siesta
desafiando al verano
de reojo miro
la puerta entre abierta
del inmenso salón desierto
que a mis pocos años
emerge como un castillo encantado
el piano sin afinar
la mesa esperando el polvo
de otro mes que termina
y casi sin fuerzas
el pequeño equeco sin cigarro
riñe al tiempo y a sus latigazos
la tarde en canciones
despierta tus carcajadas
y con mis ocurrencias frecuentes
imitando voces y posturas
disfruto de mi infancia
deslumbrante y fresca
gracias a tu compañía
un silbido
estridente y frio
me despierta
las puertas cerradas
la casa vacía
espectante
estoy subiendo
la terraza
esos tambores
desorientan mi calma
quiero que se detengan
pero no los reconzco
¿quiénes son ellos?
¿qué fue de tu lozanía?
ha quedado ahora relegada
son otras voces
otros rostros
no estás
me miran
me esquivan
no estás
me asfixio
quiero gritar tu nombre
pero sé que ya no me escucharás
los tambores retumban
embisten mi alma
agonizas te vas
escucho llorar a la niña
no entiende
que ha pasado con el gigante tierno
que con paciencia la entretenía
mientras los azahares
anunciaban vida y vida de hadas
un abanico de pegajoso silencio
se extiende por mi alma
la madrugada avanza
un gruñido
un picaporte intanta dar paso
a alguien
pero indefectiblemente
la puerta permanece cerrada
no estás
has elegido volar