Oh Niña

Niña, esa niña radiante que surge de los valles Indulgente, pasea sus ojos pioneros a mi caminar, Su voz blanda como la sutileza del tisú. Me constela como estrella junto a su llamar. Oh! niña de aureola de cúmulos diamantes, Que olea con su perfume sobre el ramal, Ofréceme su pebetero suspirador de su tez. Para saciarme como los lirios llegas a saciar Contágiame de ensueños ricos hacia tus brazos
Y tócame delicadamente entre bocados como un ocal, Que soy un fruto jugoso que regalas a tu boca, Y que exquisito me estrechas llegándome a devorar Tu brisa ensalza a mi piel glamurosa, Pero de locas ternuras te invito a entregar, Ocasiones sublimes que quizá nunca la tendrás
Con otro hombre que a tu corazón haga tanto palpitar Azzazinz Derechos Reservados 2010