Tu te vas y el aroma de tu cuerpo permanece,
perfumando con tu olor todo mi entorno,
para que no desvanezca aunque tu no estés aquí,
el recuerdo de tu encanto delicioso.
No estas, pero te veo en todo cuanto yo miro,
te encuentro en todo momento,
sea mirando una flor, sea teniendo un deseo,
tu siempre estas a mi lado, para lo malo y lo bueno.
Tu perfume me acompaña en cada hora,
cada minuto percibo el olor a rosa fresca,
que dejaste junto a mi, aquella primera vez,
que me dijiste te quiero.
Guardo en mi mente ese aroma,
como al mas grande tesoro,
que ha de vivir junto a mi,
a lo largo de mi tiempo.
Te recuerdo por tu olor,
por tu aroma limpio y fresco,
Y al pasar por un jardín, me paro junto a las rosas,
para revivir con ellas el perfume de tu cuerpo.