INMUNDICIAS

Temerosos en sus tierras de vanidades,

quieren a los despojados arrancarnos los brazos

porque abrazarnos le da sentido a nuestro pábulo.

Espejos en los que se miran vampiros

de resuelto encefalograma plano

dirigen sus naves a puertos sin faro.

Nace una mentira vilmente disfrazada

que amenaza a los pobres desvalidos, 

la violencia asola los muros de la decencia,

vanidosos árboles de hierro se cubren de harapos, 

besos de hielo acompasan el vidrio de sus ojos

mientras proyectan a los desamparados

la imagen borrosa de tumbas sin nombre.