El alma grita desgarrada
y el viento pasa a su lado indiferente.
¡Conocí el amor, por favor escúchenme!
Sus manos tocaron mi carne desnuda
y conocieron su esencia
y tan desamparada como un niño
quedé a su lado.
Yacía con mi vientre ardiendo,
aún mis entrañas sentían
el ardor de su pasión.
Salvaje locura, pasión loca
que nos envuelve como un torbellino
y nos hace conocer límites insospechados.
Mi boca en tu boca,
susurran cálidas palabras,
mis uñas te hieren como cuchillos
y hacen jirones tu piel en su afán
de hacerte más mío.
Mío, mío, el alma grita
Y el mundo sigue girando,
pero nosotros ya no estamos en él,
volamos unidos fuertemente al paraíso del amor,
donde se funde la ternura y la pasión.
Mío y tuya, la eternidad nos espera.