Adios a una madre. mayo de 1983

Una madre se está muriendo
y a sus hijos quiere ver
sus ojos están mirando
con el más profundo querer
sus ojos están brillando
parece que es muy feliz
pero dentro lleva la pena
ya que no quiere morir.
Grandes dolores corroen
su blando cuerpo por dentro
su enfermedad se la lleva
muy a pesar nuestro.
Los fuertes dolores que siente
mordiendo todo su ser
pronto tendrán descanso
sus ojos dejarán de ver.
Cuanto sufriría ella
si los pudiera allí ver
ojos morados de llanto
en los hijos de su ser.
Cuanto sufrirá el hijo
que a su madre va a ver
sabiendo que esta se muere
y que nada puede hacer.
El hijo de aquella madre
que está a punto de morir
sufre como pez sin agua
que es su medio de vivir.
Qué buena cara tienes madre, pronto curarás
dice el hijo a su madre, tratando de consolar.
Si estoy mejor hijo, es solo gracias a ti,
aunque ella sabe bien que pronto ha de morir.
Aquel que pierde una madre
pierde también algo de sí
ya que gracias a su amor
el ha podido vivir.
El corazón que tu tienes
ha latido dentro de ella
si ahora el suyo se muere
parte del tuyo con ella.
Tus ojos están sangrando
de tanto llorar por ella
si ella sufrió por ti,
es justo que sufras por ella.
Qué pena más grande
es la que se ha de sentir
al saber que deja la vida
la que tanto veló por ti.
Solo me queda decir, que siento en el corazón.
que pierdas a la madre que te parió con amor.
Dedicado a Juan Urbano de su cuñado.