Que triste están hoy mis ROZAS

Que triste están hoy mis ROZAS
18 Diciembre 2002
Cuando paseaba
he visto un anciano
que miraba un edificio
del cual habían
colocado delante
Un gran anuncio.
En la imagen no había gran cosa
solo una botella y creo recordar
Que también una copa.
Allí estaba él con la mirada fija
En el letrero, parado en la acera
Yo me paré delante de él
En espera que mirase
Hacia delante para no tropezar
Pero él seguía recreándose
en aquel cartel para mí
espantoso una botella grande
como un autobús,
una copa de cristal
Como una bañera.
Lleno de curiosidad
Le pregunté:
¿Qué es lo que está usted mirando?
Que va ha ser el cartel.
Tras un ligero titubeo le dije:
Pero el anuncio no tiene mucho que ver
Y la frase... dos palabras, menos
Mirándome muy fijo
Me dice:
Bueno es que estoy contando las ventanas
Que tapa la valla de publicidad
Son muchas he contado
Hasta treinta y dos
Y como el edificio es de oficinas
En cada dos ventana por lo menos...
Tiene que haber... una oficina
Y las oficinas... como son grandes
Seguro hay... cuatro personas
En cada una, total 64 personas
Que no pueden ver el cielo
Los árboles, los pájaros
Los niños al salir del colegio.
No ven la realidad
¡Los pobres!
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Hoy he dicho la verdad
Mi verdad
A la mujer que más quiero
Se ha echado a llorar.
No se puede decir la verdad
A quien tenemos la suerte
De comer todos los días.
La verdad igual que la realidad
Se están escondiendo
Con estos grandes letreros
¿Quién iría a ver películas de realidad?
¿Quién escucharía una radio de realidad?
¿Quién compraría libros,
Con lo caros que están, de realidad?
¿Quién leería periódicos
Llenos de noticias, de realidad?
La respuesta es NADIE
Y como Don Nadie
No tiene dinero
Ni mucho menos
Come todos los días,
No resulta rentable la realidad aún.
Como no, hoy y siempre nos queda la esperanza
Y todos los que en ella creemos
En ella viviría la realidad
Pero ¿Seria posible sin volvernos locos?
Acaso:
Las personas que llenan
Sus mentes de películas de ensueños,
lo siento en el siglo XXI
Es todo películas.
Las personas que escuchan la radio
Cuando no tienen sueño.
Las personas que leen periódicos
Cuando creen que están despiertos.
Las personas que leen
libros de historias fantásticas
Cuando creen que están descansando.
Pero la verdad es que la realidad
Nunca es ingrediente de sus menús.
La realidad la que yo veo
Es que se sigue matando
personas
-Todos los días-
para que los que tenemos
la suerte de comer -todos los días-
lo podamos seguir haciendo
Después de esto
¿Quién viviría voluntariamente la realidad?
No tengo tu fuerza
Que sé, te la da Dios
Para poder continuar
Después de Navidad
Y volver a las misiones.
Me preguntaste hasta donde
estaba dispuesto a llegar
Hoy hasta aquí tan solo he llegado.
Creo que no puedo seguir.