!La que te tengo preparada!,
ni te la has imaginado.
Te puse un alto, una parada
por tu maldad, por tu pecado.
Te espera cruenta marejada,
un sorpresón tan empinado,
que llorará encarcelada
tu billetera por pesado.
Verás que pronto serás nada
porque con nada habrás quedado
y tu mentira enmascarada
ha de apestar como un pescado.
A la verdad iré abrazada,
te encerraré con un candado,
y podré ver que tu mirada
es de cordero derrotado.
No creas que soy tan descarada,
ni que pretendo algo prestado.
Con una sola carcajada
voy a librarme del pasado.
tendrás que darme una tajada,
lo que me debes, ruin, tarado.
De ti estaré ahora trepada,
!No sabes cuanto lo he esperado!.
Yo seguiré siendo aquel hada,
la que resuelve el artercado,
la figurilla recatada,
la que te dió un día de lado.
Nunca salí de tu costado
pues tu costilla está quebrada.
Eres un mísero soldado
de una guerrila solapada.