Escuché a mi corazón decir: ¿Qué ha sucedido?
No pude responderle, no salían mis palabras,
sentía un nudo en mi garganta asfixiándome,
la respuesta a esa pregunta ya no tenía sentido.
Qué importa responder ahora, es mejor callar,
aunque palpite suave y lento, suave y lento,
que se abrace a mi pecho cuando haya silencio,
pues tiene que seguir viviendo sin desmayar.
Escuché a mi corazón decir: No lo merezco,
entonces con fuerzas de mi alma abrí mi boca
y respondí: No lo mereces pero así es la vida,
sólo sigue palpitando con el reloj del tiempo.
Miangel