Si esperase sentada, que pase la vida,
La vida misma me castigaría.
Como águila debo remontar el vuelo,
y olvidando los miedos, surcare los cielos.
Buscare como siempre, ese gran lucero,
que me ha acompañado, desde mis juegos.
Destruiré de mi interior, inseguridades,
y desde lo alto. . . . .
contemplare tormentas y tempestades!
No mancillare mi alma con la duda,
porque no merece que le ponga armadura.
El ocaso no me perderá entre la sombra,
porque bañada estoy, con luz de gloria.
Y así infinita seguirá la marcha. . . .
Aunque de vez en cuando, pida descansar el alma!!
By: Teresa de Jesús Angulo
8-2103
AROMADEMUJER47