Hijitos míos, estas cosas os escribo
para que no pequéis; y si alguno
hubiere pecado, abogado tenemos para
con el Padre, a Jesucristo el justo.
Y él es la propiciación por nuestro
pecados; y no solamente por los
nuestros, sino también por los
de todo el mundo.
Y en esto sabemos que nosotros le
conocemos, si guardamos sus mandamientos.
El que dice: Yo le conozco, y no
guarda sus mandamientos, el tal es
mentiroso, y la verdad no está en él;
pero el que guarda su palabra, en
éste verdaderamente el amor de Dios
se ha perfeccionado; por esto
sabemos que estamos en él.
El que dice que permanece en él,
debe andar como él anduvo. 1 JUAN 2:1-6