Sin querer movemos montañas,
agitamos las agua,
se arma el terremoto,
es un amor explosivo,
a contramano de todo,
y tu me miras,
con cara de inocente,
y yo quiero morderte,
esos labios,
que me gritan vuelve,
y me paro en medio de tu corazón,
y medito,
hasta cuando llegaré Dios con esto?,
no lo sé,
solo mis instintos y la confianza,
me tienen resguardada,
de tanto amor,
que ovnubila la mirada,
y me siento en tu alma,
una dulce doncella solitaria,
esperando tu reflejo de luz,
que me acompañes,
a lugares remotos,
a recorrer el cosmos,
sin importar en que galaxia estamos,
volemos a otro mundo,
para saborearnos...
LUNAFRIA