Soneto alejandrino monologando

Sobre mis hombros caen las hojas ambarinas,

es ocaso en mi atardecer y otoño reciente,

la última luz, también su muerte es evidente,

las postreras sombrías ramas ya no hallan climas.

Oscuro de frescura, febriles movimientos

se desbordan, la horda entre grises marañas

en plena primavera ahondan cosas extrañas,

de vicio golpean impunes los pavimentos.

Yo pienso que solo soy una sombra en el espejo

mientras absurda multitud se pierde a lo lejos,

en desdibujado proceder pierde cordura.

Siendo espectador contemplo, el pasado repaso,

otros con lápiz genial ya subraya fracaso.

Implorar es inútil, al no adoptar postura.

Autor: Alcibíades Noceda Medina

(Copyright © 2017 - Todos los derechos reservados.)

Poeta; el mundo es tu cuaderno de ejercicios, en cuyas páginas realizas tus sumas…