¿I...dalia,por què eres dalia
y no una rosa,de esas
que con su colorido y fragancia
atrapan a las mariposas?
Y los colibries...¡Què suerte amiga!
Deben darse vida entre las corolas
de tus ropas,y sorber con ansias locas
las mieles de tu boca.
Figùrate pues,nomàs pienso
y ya imagino un colibrì
sobre tu boca,prensado
entre tus labios y atrapado
por tu loca,fragancia
desprendida de tus pètalos de rosa.
¿I...dalia,tù?No,una rosa...
¡Làstima que halla volado
de tan bella y primorosa
el pàjaro - mosca despistado
a otros campos,a otras rosas...
Y es que tù,mi amiga,
fuiste demasiado rosa
para semejante mosca.
Allà solo encontrarà una espiga,
de esas que el viento tira
y las mata sobre la roca.
Tù,en cambio,eres dalia,eres hermosa;
eres perfume entre las diosas
y eres rosa entre las rosas.
No hay jardìn que no te tenga.
No hay mujer que no te admire.
No hay flor que a ti te venza,
tù eres bella por donde se mire.
¡Ay,amiga...Y es que no era justo
tanta belleza para semejante mosca!
Con que querìa volar,¿no?;pues dale el gusto
de zurcar otros aires y besar
otras bocas,al fin y al cabo èl ya sabe
que tù eres y seguiràs siendo
demasiado rosa
para semejante mosca.
No os preocupèis,preciosa,
ya llegarà hacia a ti
un verdadero colibrì,
y no un engendro de mosca.
Recìbelo pues,con tus pètalos de rosa,
con tus estambres perfumados
y la mieles de tu boca.
¡Ay,amiga!I...dalia,tù?
Yo te prefiero rosa.