No importan la hora del día,
ni la fecha, ni el lugar;
tampoco las condiciones,
las ideas, las emociones,
yo no dirijo la pluma:
sólo me dejo llevar.
Estoy vacío de palabras
y vacío de sentimientos,
en estos raros momentos
en que no encuentro un motivo
que me resulte "especial";
tan sólo me siento vivo
y sé que debo continuar.
A lo largo de los años
y más allá de mis sueños,
mis luchas y desengaños,
mis momentos más risueños
y sucesos más extraños,
he reflejado en mis versos
mi largo peregrinar
por los sitios más diversos,
mi reír y mi llorar.
He plasmado en mi poesía
la historia de mi destino
en este errático camino
que ha seguido el alma mía,
mis momentos de alegría
y mis frecuentes derrotas.
Las imágenes remotas
de niñez y juventud,
y las ilusiones rotas
por mi inmadura actitud--
hasta llegar al presente
con un alma más consciente,
una experiencia inherente
y una mente en plenitud.-
Eduardo Ritter Bonilla.
Sera que te conoci de otras vidas...... sera que nuestras ideas afines vienen de charlas pasadas?.... me intriga leer tu claroscuro maturita