No podrán ya tus viles artimañas,
oh Satanás cubrirme de la saña,
conque pretende el mundo derrotarme,
siempre fuertes mis ruegos al eterno,
han de llevarme cerca de su reino
y de esta forma, lograre salvarme.
OH Mi Dios! No permitas que el malvado,
pueda vencer en momentos tan amargos,
ya que mi alma sé ira purificando,
y, siempre orando, de este mundo vuela
hacia tu santo reino, que promete,
la respuesta final a todas preces.
OH Señor! Yo me elevo y lo comprendo
dejando atrás todo rencor inútil,
perdonando al que me clavo sus hierros,
y aliviando el dolor de aquel que sufre.
Te suplico con fe, que me permitas,
restañar en el mundo las heridas,
de todos los que sufren una pena.
Yo te imploro, Señor, que mis poemas,
puedan ser para todos los que amo,
un pedazo de dicha entre las manos,
y una estrella de luz para su senda ALMAVIVA.