Tu silencio, siempre tuve presente tu silencio,
sabía que había un misterio, se notaba un encierro;
y que tan sólo le dabas , como dicen, tiempo al tiempo;
para tirar tu libreto a juguetear con el viento.
Te has portado cual volcán, que se mantiene tranquilo,
y está dormido-despierto, y cuando hace erupción
es como el mismo infierno.
Cuando todos se confian que no brotaran sus lavas,
entonces abre su boca y todo a su paso arrastra.
Yo te amo no lo niego, con locura desmedida,
y hoy me dices que mi amor te ha causado hondas heridas.
¡Heridas no creo no! quizás son laceraciones,
porque cupido flechó, nuestros locos corazones.
Cuando frente a frente estamos, quiero escuchar tus palabras,
entonces no dices nada, entonces es cuando callas;
y me dejas tan perdido, como una aguja entre pajas,
y haces los comentarios como un traidor , por la espalda.
No te das cuenta que tú, a mi si que me has herido;
siento el dolor, pero me busco y no encuentro las heridas.
Y sé que estoy despierto, no estoy soñando,
para pensar que son sólo pesadillas;
de las que hacen sudar y hasta flaquear las rodillas.
Pero sabes que esta novela de amor, que ya hemos compartido,
adelante su final, porque tu lo has pedido.
Sal tú al frente del escenario a recibir los aplausos,
eres primera actris y yo un actor secundario.
Mas si acaso tu corazón, quiera estrenar otra obra,
fungiendo de director y tú de protagonista;
recuerda que fui en tu lista tal vez el peor actor,
pero que al brindarte amor, buen esteleralista.
Subió el telón, bajo el telón de tu silencio,
y oigo que alguien grita desde lejos:
-¡Fue debut y despedidaaaaa!- mas tal parece que si
porque tú has culminado un capítulo en mi vida.