Sentada en la arena estoy, con la vista perdida en el horizonte, absorta en mi pensamiento. Los rayos del sol se reflejan en el agua, el ruido de fondo de las olas cuando rompen en la orilla, la brisa se pasea por la playa acariciando suavemente mi rostro. Las gaviotas, allí a lo lejos, parecen manchas blancas sobre un cielo azul y despejado. El aire hace que mi cabello se mueva sin dejarme ver, yo sin immutarme, sigo con la vista fija en un punto, como ipnotizada por el mar, sin saber que veo ni que pienso, luego despierto solo era un sueño, un bonito y agradable sueño que se repite cada noche sin saber que significa.