Ausentes de reglas y condiciones
dos cuerpos buscan complicidad,
como dos callados fisgones
las almohadas prometen amistad.
De entre los dedos, nacen caricias,
y con un ritual mágico, las bocas,
por medio de dos lenguas locas
encuentran suculentas delicias.
El silencio, está lleno de estrategia,
Las palabras quedaron en la mesita,
Como mucho, un te quiero que se excita
Cuando las manos sueltan su magia.
Tragados por un remolino de sensaciones
se pierden en el, los avatares del tiempo,
Las sabanas son, comparsas del tempo
Y del ritmo que llevan los corazones.
Nadie es dueño del caos improvisado,
no importa si es hoy o fue ayer,
cuando se acueste Eros cansado
solo quedaran ,un hombre y una mujer.
Ramón Bonachi.Tarragona