La calle a oscuras

La calle a oscuras

Me hago preguntas que incomodan

mi mente grita en la distancia sola

al ver que la noche cae y con ella la esperanza

Uno cree que las cosas se deban dar

aún iluso de la vida y sus circunstancias

Al que de no saber reconocer el propio final

se especula el próximo posible episodio

Mientras las lágrimas se agotan, se secan

se radicalizan los pensamientos y aíslan

Ellos se van sin solícito permiso

y uno se esclaviza atontado e inseguro

La noche, la misma que una vez trajo

alegres recuerdos de amantes eternos

parece que se acostumbra a vivir de ellos

Ya no se ocupa de producir deseos

no se inscribe en el libro de aquellos sueños

Y en su compañía de tácita presencia

más de una vez se permea de gran paz

Y quién quiere paz en tiempos de guerra

En tiempos en que la juventud perdida

nos acompaña por no saber otro rumbo

por desconocer otros placeres y hasta

por creer poder retomar la última frase

Una que insinúe eterno y plácido gozo

o se dé cuenta que nada es inmortal

y que en su defecto, se debe dormitar

en un sueño, perpetuo y muy profundo

en el que uno debe rendirse antes de muerto

Samuel akinin levy