LA CANCION DEL POETA

"LA CANCION DEL POETA"
Pasó el poeta un día,
pasó por mi camino.
No supe a dónde iría
ni sé de dónde vino.
Rascaba su guitarra
ya vieja por el tiempo.
El poeta lloraba,
lloraba; pero el viento
llevaba su lamento
lejos de su dolor.
El poeta cantaba
y en su melancolía,
la luna se ocultaba,
la tiniebla surgía,
pues su canto era triste,
triste y desesperado.
Recuerdo que decía:
"¿Por qué, Señor, me has dado
beber en copa frágil
las obras del amor?"
"...no encuentro ya reposo,
la angustia me acompaña;
siendo este amor hermoso
el alma se me empaña.
¿Por qué, si yo la quiero,
debo de abandonarla?
¿por qué, si yo me muero,
nací para adorarla?
¡Qué extraña paradoja
es esta del amor!"
Pasó el poeta un día,
pasó por mi camino.
No supe a dónde iría
ni sé de dónde vino.
Y yo me preguntaba
por qué al cantar sufría;
por qué si amaba mucho
lloraba todavía.
Por qué no le era dado
tener una ilusión?
Hoy voy sobre la arena
donde las olas gimen,
sin comprender la causa
de su desolación.
La noche está muy negra,
la luna se ha escondido
y siento en mí la pena
de un mar embravecido
mientras en lontananza
se escucha esta canción:
"¿Por qué, si yo la quiero,
debo de abandonarla?
¿Por qué, si yo me muero,
nací para adorarla?
¿acaso no me es dado
tener una ilusión...?"
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)