Se trasmina el frio en mi habitación,
mientras empieza a nacer el anochecer
y yo no tengo más remedio que verlo crecer,
un día más murió con un poco de mi corazón.
Y en este momento de soledad veo mi realidad;
El mundo ya me cambio, mi mirada transformo
y mi alma no puede ver que en esta fría ciudad
ya no se encuentra aquel amor que la formo.
Tendré de nuevo que irme a dormir pensando en ti,
mientras que tú quizá ya no extrañes nada de mí.
Es verdad que el amor se da para verlo partir
y comprobar que todo algún día ha de morir.
Porque te quedas dentro de mí si ya no estás aquí,
hasta ahora absolutamente todo me recuerda a ti.
Tu adiós no ha hecho que el mundo deje de girar,
ni si quiera la fuerza con que te extraño lo puede cambiar.
Para que amar si al final a nadie le va a importar,
yo no se ha dónde te fuiste ni que tan lejos estas
solo sé que tan solo me siento yo,
y la importancia que te tengo para no decirte adiós.