Si te amo, mi Dios, es para quererte,
En el cielo que me tienes prometido,
Le tamo al infierno tan temido,
Para quererte dejo de ofenderte.
Tú me salvas, Señor, muéveme el verte,
Como sufriste en esa cruz y escarnecido,
Tú que fuiste hombre ver tu cuerpo tan herido,
Cuanto siento por mi pecado, tu muerte.
Muéveme, en fin, a tu amor, y en tal manera,
Que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
Y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
Pues aunque lo que deseo mi. Dios espera.
Lo mismo que me quieres, Señor te quisiera.
01.15.10