La gran inmensidad

Cuando solo basta un grito para no llorar, cuando solo se quisiera dormir para no despertar jamás, cuando con una lágrima quisiera que el tiempo regresará atrás, me doy cuenta de la importancia del hombre ante la gran inmensidad. Me doy cuenta que dentro de mi existe una gran ansiedad, que tus ojos a mis ojos pudieran mirar, dándose cuenta de que siempre hay algo más allá.
De que tus ojos me oyeran sin siquiera una palabra pronuncia, de que tus manos me sintieran aunque mi piel no pudieran tocar, de que mi paciencia cuando la necesites contigo estuviera aunque yo me encontrará a mil millas en la profundidad del mar. Y ahora que se que para calmar está gran ansiedad necesito cambiar tus sentidos haciendo que tú corazón me oyera y que tú piel a mis manos sintieran hablar, haciendo que tus labios callaran para que tus ojos me pudieran tocar, abandonando tu vida en mi vida, para convertir unas lágrima en el mar, un sueño del que duerme eternamente y que no quisiera despertar jamás... Gritando suavemente que quisiera enseñarte amar, sintiendo la importancia del hombre ante la gran inmensidad, como un sueño muy lejano del que es posible despertar, con un beso de tus labios y un corazón dispuesto a perdonar...