Con la prudencia viene la calma.

Por el sendero de la costa
el río trae otras notas..
siguiendo el declive de sus ondas hoy las olas dan mil vueltas..
La lluvia y el viento confunde sus habituales movimientos y adentro de sus cuerpos flotantes murmura dudoso el paisaje.
Hacia el horizonte entres playas y cañaverales..
muchas leguas van por delante..
tal vez sea mañana, cuando los astros inclinen sus cráneos azules en noches de abandonos siderales.
Por hoy la orilla es salvaje..
entre la humedad de sus ramajes acechan los caimanes.. y solo desde un afuera lejano
se ve más amoroso el paisaje.
Para la visión de la Gacela,
es más prudente rodear montes y valles aunque llegue más tarde..
igual calmará su sed en los placidos cañaverales.