Un año en el calendario florido.

¡Amiga de la vida!
en esta estaciòn donde ayer floreciò
la flor màs bella del otoño.
Y fuìmos dos
que bajo el mismo coro
entonamos el himno
atesorado por tantos años.
Ese arpegio donde la voz toco el alma
el dolor y la esperanza
desde ahì la alegrìa fue el pasaporte
con sus vuelos y escalas.
Hoy que nada ya nos enmudece
damos giros y en ese sentido
queremos recuperar el terreno perdido.
Porque la edad no es impedimento
ni nos inhibe, ni tenemos miedo
hay que sacarle siempre el sombrero
a la idea, que a los otros les asombra.
Sigamos confiadas en el proyecto
màs vale tarde que nunca
esa esa la misiòn sin lugar a dudas
un ejercicio enriquecedor
que nos presenta la vida.
¡Por eso hoy brindo!
que sean todos los años juntos
todas las velas en la torta
y muchos años para celebrarlos.