La Loca

De las sombras

Ha surgido la tristeza…

Fieramente lanza interrogantes

Que se desplazan

Cual flamígeras saetas,

Sobre la impiedad humana.

Hablan sobre el porqué,

El cuándo y el dónde

Quedó extraviado ese espacio

Ojo temporal

Donde el hombre

Fue uno con sus hermanos.

Cuando no existía

El extravío de su compasión…

Cuando había

Piedad auténtica en su corazón.

Tan solo quedan

Respuestas masacradas

Antes de nacer.

Porque su bagaje de alma

Carne y espíritu

Alimentaba antes su conciencia

Sin dejar la llaga enorme

Que florece en el cuerpo,

En el aliento

De la que hoy vaga

Por el valle de las sombras,

Sin percatarse, sin advertir,

Su indefensión, desabrigo y soledad.

Loca, le llamaban loca…

Emergió del quebranto de la vida

Como siniestra, aciaga

Imagen de la desesperanza

Con su adolescencia perdida

En el horizonte

Como cortina que se derrite

En fría escarcha.

Su fe

Cegada por un crepúsculo indolente

Al que acompañan

Nubes impávidas

Flemáticas

Alejadas de toda misericordia.

Loca… le llamaban loca

Ella eleva su cántico

Plagado de nostalgias

De lo que fue,

De lo que pudo ser…

De lo que ya no será.

Mariposilla

Atrapada por una flama

Sus alas quemadas

Por una historia semitonada

Resbaló y desplomó

Por senderos atestados de espinas

Su cuerpo y su mente se diafragmaron

Se escindieron.

Loca le llamaban loca…

Vaga por retorcidas calles

Por laberínticos callejones

Buscando

La voz libre de su canto

O quizá,

El agónico y postrer

Canto del cisne

Que languidece balbuceando

Sus últimas, lapidarias notas.

Loca… le llamaban loca