A Jor.
Hoy estuve pensando...
pensándote...
pensando en vos
y lo que significás en mi vida;
un antes y un después.
Como lo dije una vez
antes de vos no sabía del amor.
Me diste un punto referencial diferente
y por eso te querré siempre.
Ahora, abrazando mi presente,
acariciando y saboreando mi camino cuál alpiste*
me doy cuenta de lo que eso significa realmente,
no puedo aceptar menos de lo que me diste.
Quizás sin quererlo
condenaste mi alma
a amar al que me ame,
pero más que eso,
a que el amor que le entrego
tenga que merecerlo.
Hoy, como hace algún tiempo
nuevamente te pienso.
Sé que siempre has estado conmigo,
desde que tus ojos por primera vez
se encontraron con los míos.
Aunque nuestros pies en el amar,
el mismo camino tal vez jamás pisarán,
sé que puedo contar contigo
y que conmigo contás igual.
...gracias...
más que por ser mi amigo,
por ser un referente,
diferente y exclusivo...
*Alpiste: En sentido figurado, vino. Se aplica en el argot bodeguero a los grandes bebedores, «Le gusta el alpiste.»