En el día, llena de luz son tus ojos,
tu primavera en flor, son hojas verdes.
Esquiva eres cual mariposa rebelde,
de mi jardín te doy flores en manojos.
Posas tu cara en mis manos sin ojos,
mis yemas te palpan y amor enciende,
tus pechos queman, llamarada desprende.
Dame tu sueño en pasión de embrujo.
Hermosa eres, me han dicho mis manos,
ciegos hallan más que tus bellos senos.
Mis manos saltan los muros oscuros,
se liberan en tu cuerpo en odisea,
siempre halla de lo que mas desea.
Del tesoro encontrado está seguro.
Autor: Alcibíades Noceda Medina