Hermosa Barinitas, noche de luz bajo la luna.
Reflejo de la inmensidad de un pueblo,
en la penumbra de la meseta, tu plenitud,
engalanada con un traje a su hechura,
de matices sin iguales, su compostura.
Eres la rima del poeta, en cada verso,
para el que te canta, eres su partitura.
Para la orquesta, la obra musical,
que engalana, tu historia en un beso.
Nocturnal Barinitas, la neblina te cobija,
con su blanca suavidad se apropia
de la grandeza de tus sueños,
adornado de primorosos ensueños.
Barinitas, ciudad de gente inspiradora,
en tus noches, la luna se entrelaza,
con tu geografía conspiradora,
de los amantes que entrecruzan su mirada.
Barinitas nocturnal, eres en mi vida,
la persuasiva sensibilidad de tu neblina,
invitando al amor, cual expresiva
tenacidad de tu osadía arrebatadora.