UNA NIÑA LLAMADA AMORES No.9

Te encontraste! estoy en ti,
he zurcido tus trémulos engaños,
con la experiencia de mis años
y la vela que en tu senda prendí.
Olvidaste raudamente tu calvario,
descubriendo pobre, iracundo, la falta
de emoción eterna en tu alma casta
errante, mendiga, de amor precario.
Descubriste en mi fugaz mirada
la llave diestra que confina el gozo,
frases que ya he dicho y aun esbozo
elocuente ante tu corazón postrada.
Sepultaste tus pesares en mi fuente,
cuando en descenso...mas tropezaste,
decayendo en cada paso maduraste,
reembolsando virtud a tu simiente.
Recordando tu pasado debes estar
para nunca encontrarte desolado,
memorando lo sufrido en el pasado
regalándole a tu destino bienestar.
Así, sembrando férrea, debo estar
las rosas de tu vergel de ensueño,
y así pregones, tal sublime dueño
del rosal que mi fe en ti ha plantar.
En esta contienda, de tanta espera,
revalide el testimonio de mi esencia,
y así sepas en tiempo de inclemencia
que soy de tus rutas, opción primera.
Envejéceme constante en tu jornada,
cautívame en la fosa de tu anhelo,
veras! como se despeña destronada,
la nostalgia, dando paso al consuelo.
Espérame después de cada niebla
que oscurezca tu remoto horizonte,
yo sabré alumbrar repentina tu norte,
reluciendo la tierra que te puebla.
Eternízame en tus actos, para saberte ileso
de cuanta desilusión matricule tu vida,
desterrando la amargura, sin hallar regreso,
a tu sien de gloria, donde no hay cabida.
Aguárdame a continuación de cada beso,
sabré obsequiarte consuelo en los labios,
fragancia de carmín, que no dice adiós,
untada en tu boca, causal de embeleso.
Nunca olvides un verso de este encuentro,
que diáfana te di, regalado en su momento,
no me busques, ni sueñes, yo te encuentro,
para erigir eternos amores en tu cimiento.