Cuando cae la noche
y se escucha el canto de los grillos,
las inquietas luciérnagas
bailan e iluminan la oscuridad.
Las estrellas tan distantes,
nos dicen que aunque lejos
en cada destello nos mandan
un sin fin de besos.
La luna, que ilumina
los rostros de los enamorados
acariciándose y diciéndose
palabras tiernas al oído,
esa luna que es la inspiración
de compositores y poetas.
y la noche que acelera
el corazón de los amantes
que entregados por completo
en las artes del amor,
en la cumbre del éxtasis
que provoca su pasión,
sus labios se buscan,
en besos cálidos, ardientes,
sus cuerpos húmedos
por la lucha fragorosa
de la pasión desbordante
de su amor y su lujuria,
También la noche
nos trae la paz, el descanso,
nos lleva al sueño plácido,
envueltos en su magia. Autor de la Poesía: Gualberto Alcántara Olalde Copyright © 2008 - Todos los derechos reservados.