Poesia a mi niña morena

De tu pose lo que mas me espanta

es esa distancia que distancia

con indiferencia lánguida

a ese cigarro preso de tus dedos

del húmedo nirvana de sus deseos.


Por que yo oteo la desnudez que viste tu espalda

como atisba el alpinista a la montaña,

buscando tu hombro por la ascensión más complicada

para sentirme así merecedor de tan alta hazaña.

Y desde esa cumbre, que al fin he coronado,

contemplar la férrea fragilidad de este vacío.


A un lado esperan tus labios ansiando ser raptados

al otro está el cigarro temiendo perder el camino.

Y solo yo presencio el estertor de su delirio

por verse poco a poco consumido

mientras ruega a cada aliento que se escapa

que en la cuna de tu boca fenezca su última calada.


Me meto en su pellejo y comprendo su sufrimiento

y que arda en deseos de morir en tu beso

y que añore la chispa que provocó su incendio

y que sean ceniza sus postreros versos.


Por que desde aquí, a un palmo de tu pelo,

puedo sentir ese aroma marinero a sol, arena y noches de luna llena.

y presumir el tacto de tu piel morena 

y cegarme ante el eclipse de tu sonrisa

y comprenderme enano a tu vera.