La mañosilla

No volveré a buscarte con manos temblorosas
ni rostro de sirena que se lava en el mar.
Me asilaré en los bancos de plazas y ciudades
y me iré por los silos sin patria potestad.
Caminaré en silencio pensando si era cierto,
el agua que manaba de aquel bello lugar,
o solo fue un sueño de esos que se esfuman
los mata el mismo aire, cuando lo has de vislumbrar.
Tal vez no haya rosas, tampoco haya hojas
de esas tan rojizas que van cruzando el mar.
Mejor es que descanse, que cierre ya los ojos
y que me duerma sola, sin nada que soñar.
Mañana es otro día cual viejo trashumante
mañana iré al cielo por fin a descansar
a frescos arroyuelos, donde halle el consuelo
y encuentre en ese cielo, un poquito de paz .
Que no busca pretextos, ni en rimas ni en versos,
porque me ha movido tan solo el verbo dar.
Quizá de apelativo, me llames mañosilla
pero no te preocupes no voy a molestar.