Este sentimiento que me hace tanto sufrir
No hay luz ni nada nuevo ahora veo brillar.
El desencanto de tu rostro parece decir
lo que ciencia cierta tu boca desea gritar.
Apenada y perdida mi alma suspira por ti,
como a un niño, distrayéndome con mentira,
sin embargo esa falsedad nunca presentí,
en mundo sin quimera mi amor hoy suspira.
Me cuesta dar al olvido tu dulzura de ayer,
cuando tú querías bailar pegado conmigo
Continuamente cuerpo a cuerpo hasta el amanecer
y yo el cielo me hallaba en tu cálido abrigo.
La luz que me diste más que nunca necesito,
que alumbren tus ojos, no me cansaré de implorar,
Ciégueme con los resplandores de a poquito
mis ojos sin luz divina el cielo quieren mirar.
Ya no podría imaginar la vida sin tu amor,
la cruel tristeza de mi rostro no puedo embozar,
deseo verte siempre, tu ausencia es mi mal peor
te buscan mis brazos, desean volverte abrazar.
Sin tus encantos mujer; morir ya estoy dispuesto,
en triste orfandad de sangran las viejas heridas,
persuadido soy que en ruina casi a aprisco ya apesto,
en agua gris soy noria, en mil olas confundidas.
Autor: Alcibíades Noceda Medina