Urgente, perentorio, apresurado
me desvivo, callado, silencioso
y en el cáliz glorioso
de mis desilusiones apostado,
me apoyo, me protejo y me sostengo.
¿A dónde habré de ir? ¿de dónde vengo?
Camino abastecido,
provisto de dolor y desprovisto
de antídotos.
¿Mi historia...?
Una serena fe donde se asienta
una indulgente noria
que va del corazón al pensamiento,
un placebo secreto que estimula
y engaña a mis sentidos y adormece.
¿A dónde habré de ir?
¡Oh rumbo incierto!
Opaca directriz que se enaltece
al tiempo que mi angustia crece y crece
y la nostalgia de vivir me agobia.
¡Ay, esta beatitud desfigurada!
este sentir que todo lo he sentido,
y todo lo posible lo he vivido
y todo lo vivido lo he soñado.
¿De dónde vengo? Sigo interrogando
y nadie me responde,
solamente la fobia
de salir y de entrar,
de reír y llorar configurando
cada lágrima aún por derramarse...
Heriberto Bravo Bravo SS.CC