Amando la flor de cerezo blanco

Como pétalo que te acaricia los labios,
Que en tu silueta seductiva te descubre
Hazme sentir que te sigo amando,
Dime que a mi lado siempre te tuve,
Tan suave como la armonía de un arpa,
O la gota de lluvia calida,
Que al caer se penetra en tu alma,
Tu perfume serena mi conciencia,
Que tan suave como una flor me toca,
Y quisiera gritar sin voz
O hablar sin palabras,
Sentir que estoy con vos,
Y que tu placer me calma.
Sé mi luz, dijiste,
Debajo de aquel cerezo,
Detuve este verso por un beso,
Me dedique a amar lo que siento aquí dentro, en este sentido pensamiento,
Te di mi ser, mi anochecer,
Mi ultimo querer,
Que en ti busco redimirse,
Dime ¿como no puedo amarte?
Si tocarle un pétalo es como acariciarte,
Si respirar es como respirarte,
Y muero, pero parece que no te importa,
Sufro, pero piensas que amo a otra,
Ya a él cerezo blanco nada le importa,
Sigue angustiado y desolado,
Buscando sol en la oscuridad,
Rodeado de penumbras,
Desde que no estas…
Llora como el rocío,
Piensa que esta a tú lado,
Pero permanece vacío,
Atormentando los pájaros
Que en sus ramas se posan,
Sus espinas y despojos,
Parece que no te importan,
Tan con movibles enojos.
Dile que lo extrañas,
Que no lo harás a tu modo
Que lo amaras como me has amado,
Por favor hazlo, te lo imploro,
Al igual que la flor de cerezo blanco
Yo también te añoro,
Busco tu cuerpo en la madrugada
Y acaricio el aire
Solo para sentir tú aroma
Ese delicado perfume
Que me seduce y enamora,
Mi apasionado amor te busca,
En tus ojos al final del orgasmo,
O en tu erotismo acariciado,
Donde te siento presente
¡Oh Dime amor mío!
¿Que puedo hacer para tenerte?
En el cerezo ya no confío,
Me dices que te olvide,
Que busque otra flor,
Pero en mí atormentado delirio,
Solo quiero tu amor,
Sin ti la única salida,
Es la maldita muerte,
Y sigo sin querer perderte,
Por desear tocar la emoción
De tus palabras al amarme,
Sentir tu sexo y sin razón
Quemar nuestros cuerpos,
En los labios inmateriales
Del más extasiado deseo,
Sintiendo la lujuria entre los dedos,
Y crear nuevos amaneceres,
Y decirle a la verdad,
Que ame a aquellos seres,
Que se deslizan por debajo de la piel,
Para ver en el amanecer
Un amor inagotable,
Y decirle aquella flor,
Que ya puede amarte
Sentir que la experiencia
De un acto delicioso,
Le ha permito a su existencia
Deleitarse en nosotros,
Florecerá y amara nuestros hijos
Será el testigo mudo,
De lo que hicimos en esta vida,
Te buscaría en mi pasado
Para rehacer mí destino,
He tenido tu alma,
Tu ser, tu esencia,
Permíteme también,
Amar hasta tu conciencia
Oler cada átomo,
Que transpires
Es que sin ti,
Nada para mi existe.