Serás por siempre mi pasión entera,
la de un abril tan tierno e inocente,
aquel, que aunque distante del presente,
me inquieta tanto cual la vez primera.
Lejana está la dulce primavera,
en que miré tus ojos fijamente,
aquella en que ignorante e inocente,
te amé con mi delirio y con ceguera.
Acaso ya jamás vuelva este verso,
a ilusionarme ni a sonar siquiera.
Y es que infinito y grande es mi universo,
que acaso ya jamás vuelva a encontrarte,
y acaso nunca más vuelva a mirarte,
y a contemplarte, cual la vez primera a Wendy (2006)