La dama de mi amor.

Dulce rosa laureada
triste tú en tu amanecer
embalsama a la alborada
tu llamada a mi querer.
Y si el día amanecido
arma presto tu sentir
guardame tu áureo sentido
que es querido en mi vivir.
Y si el cielo gran señora
os manda a mi bella flor,
venga placentera aurora,
señora, para mi amor.
Decidme señora mía
la hora para os ver,
al alba, o en tarde umbría
y el día del acontecer.
Ya vuestra alma siento bella
sosegada en suspirar,
febril razón o sin ella
cuya estrella veo brillar.
Y asumido el gran evento
dama hermosa sin rubor,
presto doy mi asentimiento
con mi contento y ardor.
Sois mi dama consentida,
la dicha de mi pasión
por vos yo daría mi vida
mi alma y mi corazón.
El poeta
desconocido.
6/6/013