En esos interiores.

Como resumir el deseo, en tan pocas palabras

en cada silencio que aullas presurosa,

tiempos de amor, bocetos que te llaman

pausas de interiores de auras milagrosas.

Como aseverar que tu cuerpo no es un trino,

cierta plenitud, encuentro en tus miradas,

frases invertidas, de aquellos peregrinos

que hablan a tu paso y mueren en coartadas.

Como prometer, si promesa, es delirio

una nimiedad envuelta entre tus sábanas,

tibieza que acampa en tu boca de lirios

y llega a la mitad de cada resolana,

y como atemperar los grises de este día

claroscuros inertes de fuegos y de rabias

formas de quebrar el llanto de una vida

que muere en un segundo y calla en la nostalgia.