Ahora entiendo el porque,
de nuestro silencio,
presiento tu miedo,
que también a mi me envade,
presiento tus barreras,
que a mi también me aterran,
y sin querer nos amamos,
sin saber lo que pasaba,
se fue agrandando,
se nos fue de las manos,
sin siquiera preguntar,
que pasaría después a la mañana,
pero solo sé,
que si tus labios beso,
jamás me podré despegar de ellos,
que si mis brazos te refugian,
no podré escapar de esta locura,
que si mis manos te acarician,
mi corazón se fundirá en el tuyo,
y ya no sabré,
dónde estoy ni quién soy?
porque el más pequeño gesto,
me descubrirá en tu alma,
sin saber lo que piensa,
en esta mañana.