Hablar de ti, con esta simbiosis de alcohol y locura,
es colocar las necesidades del corazón en armonía,
es pedir al mundo esperanzas, de algo que deseo,
y que no llega, es sentirme poeta herido cada día.
Hablar de ti mientras flagelo mi felicidad,
es sentir pavor a la soledad en el día,
es despotricar sobre lo injusto de la vida.
Abuso del mal que me hiere,
sin sentido a veces, y no se explicar
de donde proviene ese miedo de perderte.
Que ingratitud pensar que me has dejado,
cuando a cada instante siento el calor de tu abrazo.
que dolor no poder expresar un sentimiento,
a aquellos que han seguido mis pasos.
Hablar de ti es melancolía de recuerdos presentes,
de nostalgias, de sueños, de ilusiones,
hablar de ti es volver a caer en la sed de pasión
en la misteriosa presencia de los atardeceres.
Hablar de ti es volver a nacer con la copa en la mano,
con versos destrozados y sonetos inacabados,
es sentir como hiere la daga que oprime el pecho
en el bohemio rincón de mis recuerdos.
Hablar de ti es sentirte en los colores de la naturaleza,
en la brisa que me ausenta de esta vida,
es abrazarte en el mundo que me agita,
es amarte aunque pasen los días.
Amarte es hablar de ti con la luna
con una copa en la mano con la inteligencia de mi sabia locura.