Poema
La niña de otro planeta
Su mirada escudriñaba
siempre el inmenso cielo,
pareciese que ahí guardaba
todos sus anhelos.
Con el pequeño dedito
apuntaba a un planeta,
decía y repetía que ahí ella vivía.
Nadie entendía su extraña obsesión,
pues inventaba una historia,
en cada pequeño rincón.
Quizás soñaba con volar. . .
o quizás quería ser eternidad.
Era el sueño perpetuo de esa niña. . . . volver al planeta del que provenía.
Un día y sin entenderlo
ella desapareció. . .
quizás el cielo al ver su error la reclamo.
Pues al enviarla a tierra
Dios se equivocó, y a su planeta el, la devolvió!!
AVISOS DE ERRORES AL SISTEMA
Datos del Poema
- Código: 346176
- Fecha: 07 de Febrero de 2011
- Categoría: Sueños
- Media: 6.85
- Votos: 111
- Envios: 0
- Lecturas: 2,194
Datos del Autor
Nombre: AROMADEMUJER47
País: Estados Unidos
Sexo: Femenino
Fecha de alta: 18 de Junio de 2006
Comentarios
1 comentarios. Página 1 de 1
invitado-Cuentos 07 de Febrero de 2011
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Yo tambien le cuento un cuento Aroma. En una hermosa mañana de verano, los huevos que habían empollado la mamá Pata empezaban a romperse, uno a uno. Los patitos fueron saliendo poquito a poco, llenando de felicidad a los papás y a sus amigos. Estaban tan contentos que casi no se dieron cuenta de que un huevo, el más grande de todos, aún permanecía intacto. Todos, incluso los patitos recién nacidos, concentraron su atención en el huevo, a ver cuando se rompería. Al cabo de algunos minutos, el huevo empezó a moverse, y luego se pudo ver el pico, luego el cuerpo, y las patas del sonriente pato. Era el más grande, y para sorpresa de todos, muy distinto de los demás. Y como era diferente, todos empezaron a llamarle el Patito Feo. La mamá Pata, avergonzada por haber tenido un patito tan feo, le apartó con el ala mientras daba atención a los otros patitos. El patito feo empezó a darse cuenta de que allí no le querían. Y a medida que crecía, se quedaba aún mas feo, y tenía que soportar las burlas de todos. Entonces, en la mañana siguiente, muy temprano, el patito decidió irse de la granja. Triste y solo, el patito siguió un camino por el bosque hasta llegar a otra granja. Allí, una vieja granjera le recogió, le dio de comer y beber, y el patito creyó que había encontrado a alguien que le quería. Pero, al cabo de algunos días, él se dio cuenta de que la vieja era mala y sólo quería engordarle para transformarlo en un segundo plato. El patito salió corriendo como pudo de allí. El invierno había llegado, y con él, el frío, el hambre y la persecución de los cazadores para el patito feo. Lo pasó muy mal. Pero sobrevivió hasta la llegada de la primavera. Los días pasaron a ser más calurosos y llenos de colores. Y el patito empezó a animarse otra vez. Un día, al pasar por un estanque, vio las aves más hermosas que jamás había visto. Eran elegantes, delicadas, y se movían como verdaderas bailarinas, por el agua. El patito, aún acomplejado por la figura y la torpeza que tenía, se acercó a una de ellas y le preguntó si podía bañarse también en el estanque. Y uno de los cisnes le contestó: - Pues, ¡claro que sí! Eres uno de los nuestros. Y le dijo el patito: - ¿Cómo que soy uno de los vuestros? Yo soy feo y torpe, todo lo contrario de vosotros. Y ellos le dijeron: - Entonces, mira tu reflejo en el agua del estanque y verás cómo no te engañamos. El patito se miró y lo que vio le dejó sin habla. ¡Había crecido y se transformado en un precioso cisne! Y en este momento, él supo que jamás había sido feo. Él no era un pato sino un cisne. Y así, el nuevo cisne se unió a los demás y vivió feliz para siempre. Espero le haya gustado Aroma.