Que ganas...

¡Que ganas de correr y detenerte,
de pedirte que regreses y que te quedes para siempre!
¡Que ganas de besarte, de abrazarte, de detener el tiempo, de acercarme a tu corazón!
¡Que ganas, por Dios, que ganas!
Tengo ganas de olvidarme de las buenas costumbres, del famoso: "espera, que ya te ha de llamar", a la goma con todas estas decisiones, cuántos besos más he de acumular esperando que regreses para otra vez fingir que no te los quiero dar, y que te aguantes que es lo que más me pesa, pensando que es lo correcto, que así debe ser, que te preocupa el "qué dirán".
Tengo ganas de gritar y de llorar, por impotencia, ¿qué no te das cuenta de que el tiempo pasa y sigues en lo mismo de hace un mes?
¡Que ganas de tí! ¿cuánto tiempo más tendré que esperar?
¡Que ganas de amarte tengo, que ganas! pero son más las ganas que tengo de que te dejes amar...
y que quites esa barrera invisible que pones
cuando crees que sólo te van a lastimar, que ganas de decirte todo tal cual, y ya... Dios dirá.